HACIENDO FOCO: Sobre la Lectura de la Realidad Institucional
- Psic. Gisela Coletti
- 17 abr 2017
- 10 Min. de lectura

Imagen recuperada de: http://www.ilhn.com/datos/saber/archives/001483.php
Como parte del proceso de formación en la Residencia de Psicología Comunitaria se propone la inserción en diferentes Centros de Salud de la ciudad de Salta por un lapso de dos años y medio. El trabajo en los mismos está estructurado de forma procesual en una serie de etapas metodológicas que incluye la lectura de la realidad institucional, lectura de la realidad comunitaria y los procesos de intervención comunitaria. Así en primera instancia, como residente de primer año, se propone la realización de la lectura de la realidad institucional del Centro de Salud en el cual se incorpora cada residente.
Cual imagen tomada con una cámara en modo de larga exposición, la lectura de la realidad consiste en un recorte témporo-espacial desde la propia mirada y enfoque, que permite recabar información que invita a reflexionar sobre el acontecer y discurrir de una institución. Es un momento destinado a hacer foco en las dinámicas y funcionamiento propias, poniendo en relieve representaciones y naturalizaciones que impactan en el funcionamiento del servicio, las cuales tienen implicancias y afectaciones no sólo en lxs usuarixs sino también en lxs trabajadores. Siendo ésta nuestra puerta de entrada al Sistema de Salud Pública me propongo en este apartado reflexionar sobre el sentido de este momento.
¿De qué se trata la Lectura de la Realidad Institucional?
Como residente de primer año el ingreso al Centro de Salud destinado genera ansiedades, dudas y miedos en relación a la propia tarea, a lxs compañerxs de trabajo, al funcionamiento mismo de la institución; ya que lo conocido sobre el Sistema de Salud provincial hasta el momento consiste en su historización, forma organizativa, metas y programas, guiados por la estrategia de la Atención Primaria de la Salud. (En adelante APS)
Así, este primer momento planteado desde el programa de la residencia posibilita el poder insertarnxs a la institución contando con un tiempo –necesario- para poder conocer a lxs compañerxs de trabajo, al funcionamiento interno y todo lo que circula por la misma, teniendo en cuenta que el objetivo de este recorrido es, entre otras cosas, poder integrarnxs y conformar futuros espacios de trabajo interdisciplinarios.
Así es que me propongo comprender este momento planteado, comenzando por responder-me ¿a qué nos referimos con lectura? y ¿En qué difiere de un diagnóstico?
La Real Academia Española (2016) rescata, entre sus definiciones, la que conceptualiza a la lectura como la “interpretación del sentido de un texto”. Para poder interpretar considero que es necesario conocer y analizar el texto que se quiere leer. Es decir, que implica un primer momento de acercamiento, de familiarización con el mismo, en este caso con el Centro de Salud, con sus miembrxs, sus discursos, prácticas y cotidianeidad. En este sentido entiendo que analizar implica conocer y comprender más profundamente algo, es un proceso que posibilita generar quiebres y poner en relieve aquello que se encuentra naturalizado (Fernández, Paolucci, Ramallo & Schneer, 2013), generando nuevos sentidos.
Así es que se hace necesario tomar un tiempo, no siempre tenido en cuenta desde las normativas institucionales, para observar con detenimiento y recabar información de lo que sucede en el día a día de esta institución, realizar preguntas sobre lo que está dado, escuchar lo que se dice - y también lo que no se dice-. Entendiendo que leer lo que pasa a nuestro alrededor, incluyéndonos en el contexto, no sólo es importante para conocer sino que también constituye una herramienta que nos permite pensar lo que pasa como base de las intervenciones y del trabajo comunitario (Barrault, 2006. Cit. en Niclis, 2016), teniendo como premisa que para intervenir primero hay que conocer, y es en ese proceso de conocimiento que se generan las intervenciones desde la misma presencia de unx.
Se propone una lectura de la realidad que inicia al incorporarnxs al establecimiento y que perdura a lo largo del mismo, siendo siempre una lectura acotada en un tiempo y espacio, inacabada y en constante reflexión y resignificación. Esto constituye la principal diferencia de un diagnóstico, en tanto el mismo es preciso y estático en un determinado momento, dejando de lado el carácter procesual y el constante cambio de la realidad.
Asimismo esto se realiza en una institución, entendiendo que éstas son formaciones culturales creadas por y para las personas a lo largo de la historia y constituyen marcos regulatorios del comportamiento humano (Fernández et al., 2013). Específicamente en este caso se trata de una institución de Salud Pública, la cual tiene como finalidad permitir el adecuado desarrollo de la APS, integral, permanente y continuada (Poder Ejecutivo de la Provincia de Salta, 2006).
Es por ello que considero importante el poder, desde el propio rol, conocer y reflexionar sobre el funcionamiento del Centro de Salud, en pos de poder generar intervenciones que permitan problematizar lógicas naturalizadas que obstaculicen su accionar, y que puedan abrir espacios de diálogo y participación conjunta de forma de poder mejorar su funcionamiento y relación con la comunidad, en tanto constituyen la puerta de acceso al sistema público de salud de la provincia. Asimismo teniendo en cuenta que la lectura no es un dato aislado ni estanco, sino que se resignifica a lo largo de nuestro accionar, en tanto atraviesa nuestro trabajo cotidiano.
A modo de ejemplo: Devenires en torno al equipo de salud
Es común escuchar en la cotidianeidad hablar del “equipo de salud”, como si el hecho de que exista un grupo de personas trabajando en una misma institución, en horarios compartidos y con un mismo objetivo -eso sólo- fuese condición suficiente para conformar un equipo. Ya en el documento “La Renovación de la APS en las Américas” (2007) se plantea la importancia de los equipos multidisciplinarios (OMS / OPS, p.14), como así también a nivel provincial, en el Plan Quinquenal de Salud (2011-2016) se propone como uno de los valores el compromiso y trabajo en equipo (Gobierno de la Provincia de Salta, Ministerio de Salud). Ambos documentos dan cuenta de dos cosas: por un lado el dejar sentado la conformación de un equipo de trabajo y, por otro lado, la importancia de los mismos para llevar a cabo la APS. Así es que resulta de suma importancia el trabajo interdisciplinario, como una posición que posibilita la apertura e intercambio entre los trabajadores, desde una mirada integral de la salud.
En este sentido Motta (2001) plantea que:
Se considera equipo de salud a todos los grupos formados con ese objetivo, ya sea para actividad comunitaria — generalmente grupos de acción preventiva —, o para acciones más internas en los servicios de salud (como en ministerios, hospitales, centros y puestos) incluso equipos de apoyo logístico y de dirección. (p.63)
Si bien es así, los mismos son conformados con objetivos planteados, sin antes conocer las características personales de los integrantes, en tanto la institución no surge como iniciativa de sus miembros, y es justamente en el trabajo diario donde éstos pueden conocerse y generar la confianza entre ellxs:
“Yo por ejemplo que soy nueva, he sentido realmente que al principio no me encontraba, no había caso, y estos últimos 3 meses fue un cambio terrible, ya me siento de acá ahora” (Notas de actividad de devolución con el equipo).
Tomando en cuenta esto, cabe la pregunta ¿qué hace que un grupo de personas reunidos bajo las mismas condiciones espacio-temporales, devengan en un equipo de trabajo? ¿Qué diferencia un grupo de trabajo de un equipo? ¿Existe un tiempo o modalidad de integración de los miembros? Paulo Roberto Motta (2001) propone una diferenciación entre grupo y equipo, explica que un grupo formal implica la interacción semi-programada entre varias personas con el fin de alcanzar objetivos que normalmente no se alcanzarían individualmente, para ello tienen tareas designadas y las interacciones programadas. (p. 63). Se pueden pensar las reuniones de equipo como esta instancia de grupo formal, donde lxs miembrxs nos reunimos en torno a cierto objetivo. En el caso del Centro de Salud del cual formo parte, las mismas se realizan cuando existe determinada información para compartir, pero también para festejar los cumpleaños, siendo esto la parte informal de las interacciones en donde se pueden compartir otros espacios, los cuales son muy valorados por lxs trabajadores. Las instancias de reuniones en los Centros de Salud funcionan como herramientas que propician el trabajo en equipo, en donde todxs puedan aportar a las necesidades del mismo, a trabajar casos específicos e información o normativas que les atañen. Es decir, un espacio de encuentro y construcción del mismo. Sin embargo en las dinámicas internas de éste, lxs integrantes mencionan:
“(…) antes sabíamos tener reuniones una vez por semana o cada 15 días con el equipo de salud, hoy ya no tenemos (...)” (Extracto de entrevista a miembrx del equipo).
“(…) No es como antes ya, antes nos juntábamos más, hacíamos más reuniones (…)” (Extracto de entrevista a miembrx del equipo).
Estos espacios se realizan con menor frecuencia, consistiendo en momentos donde se transmite cierta información, si bien se realizan aportes, cada uno lo hace desde su servicio, sin lograr un real intercambio y coordinación, esto podría hacer pensar que como miembrxs del equipo funcionamos más bien como un grupo, que un equipo. Para analizar esto, retomo a Motta (2001):
En el grupo, las personas interactúan para compartir informaciones y tomar decisiones, desempeñando mejor sus tareas individuales. Es una simple suma de las partes. La responsabilidad permanece individual y las habilidades individuales son variadas y se reúnen casi por casualidad. En el equipo, las personas generan un espíritu común y positivo, a través de esfuerzos coordinados. Buscan un desempeño colectivo, y el resultado es mayor que la suma de las partes individuales. La responsabilidad es tanto individual como colectiva, y las habilidades son vistas como complementarias. La existencia de un verdadero equipo se observa por la integración administrativa de habilidades y talentos individuales, en una habilidad colectiva para producir servicios de forma más eficiente y efectiva. (p. 63-64)
Esta diferenciación no pretende ser una polarización, sino que se trata de distintas modalidades e instancias de trabajo con otros, dado que esto constituye un proceso que atraviesa diferentes etapas e implica diferentes requisitos para el mismo. Así, reconocen haber trabajo en conjunto “antes”, en donde realizaban reuniones de equipo y se trabajaba de forma más coordinada:
“(…) me está costando pero hasta el año pasado y principios de éste hacíamos reuniones cada 15 días… también aprovecho mucho los festejos, entonces cuando se juntan todos yo lo uso como estrategia para poder trabajar (…)” (Extracto de entrevista a miembrx del equipo).
También influyen variables como el cambio de personal, los requerimientos institucionales de productividad y asistencia, el cumplimiento de normativas que, generalmente, no contemplan el tiempo requerido para poder reflexionar sobre el equipo. Asimismo estas dificultades son percibidas por lxs integrantes, dando cuenta de cierta lectura de la dinámica interna y de sus necesidades:
“ (…) lo que yo siento es que es un período de transición, ha habido muchos cambios, no sólo de personal, de horarios y aparte eso hace que vos cuando tenes una transición, en la persona que tenes al lado primero la tenes que conocer, después de que vos la conoces podes compartir (…) es un período transicional en el cual vos no podes organizar otras actividades si todavía no tenes el proceso de reconocimiento (...) Un equipo hay que trabajarlo, no es que se va a traer el equipo y va a estar todo bien, porque hay distintas maneras de pensar y acciones de vida de cada uno que hacen que lleven a lo que somos… entonces vos tenes que hacer que confluyan todos ¿cómo? Conociéndolos primero. (…)” (Notas de campo de la actividad de devolución con lxs miembros del equipo).

El carácter progresivo y procesual de la conformación de equipos de trabajo es percibido por ellxs, como así también la importancia del mismo para el desarrollo de las actividades de la institución. En un momento de devolución de esta lectura realizada a mis compañexs, un grupo de trabajo planteó: “Bueno nosotros pusimos en el centro como un eje el trabajo en equipo porque consideramos que es la base de un Centro de Salud, debemos partir de ahí (…)” (Notas de campo de la actividad de devolución con lxs miembrxs del equipo). Así, surgieron propuestas para seguir trabajando a futuro como equipo: unión, compañerismo, unificar criterios para mejorar el servicio, interrelación, compromiso, comunicación, más reuniones. En relación a lo último, se propuso lo siguiente:
“Se propone para el próximo año en la planificación anual “ateneos” de ambos turnos, para información, debate,
soluciones y formación de todas las áreas para que todos hablemos los mismos temas y generar una fortaleza en el equipo” (Afiche realizado por un grupo de trabajo del turno tarde, en la actividad de devolución).
Concluyendo a modo de apertura…
La lectura institucional realizada, si bien constituye un recorte en determinado momento, abre instancias de diálogo y reflexiones que posibilitan generar movimientos para que aquello que se encuentra invisibilizado y, en algunos casos, cristalizado en el interior de la institución, pueda ser visibilizado y puesto a jugar en las dinámicas de lxs equipos. El poder contar con un tiempo específico y el hacer foco en la institución es lo que posibilita esto. En el caso del recorte presentado, el desafío es seguir pensando juntxs estrategias para que la institución pueda organizarse en equipos de trabajo, generar consensos y dar lugar a la creatividad de los mismos a la hora de responder a objetivos propios y a lineamientos establecidos desde niveles superiores, que aporten a mejorar los servicios y el clima laboral. Apostar como equipo a dar cuenta de la importancia de estos espacios como un modo de promover su legitimación desde políticas públicas que estimen un tiempo destinado a espacios de encuentro y diálogo al interior de los equipos. Esto es importante tener en cuenta, ya que nuestras prácticas están atravesadas por la estrategia de APS, por lo cual se hace necesario el poder reflexionar sobre la forma más adecuada de llevarla a cabo en un contexto de relaciones con otrxs, entendiendo que es importante poder aunar criterios en pos de realizar prácticas de salud coherentes, integrales e integradas.
BIBLIOGRAFÍA
Fernández, Paolucci, Ramallo & Schneer (2013). Diagnóstico institucional: conociendo antes de intervenir. En Con los pies en la tierra. Recursos y herramientas para el trabajo comunitario en el ámbito de la salud (1° ed.). Salta: Editorial Hanne.
Motta, P. R. (2001). Desempeño en Equipos de Salud: manual. Recuperado de file:///C:/Users/gi/Downloads/equipos.pdf
Niclis, A. (2016) Lectura de la realidad institucional Centro de Salud N° 4 “Dr. Gabriel Puló” Villa San Antonio. Residencia de Psicología Comunitaria, Salta [no publicado]
Organización Panamericana de la Salud /Organización Mundial de la Salud. (2007). La Renovación de la Atención Primaria de la Salud en las Américas. Washington, D.C.: OPS.
Real Academia Española. (2016). Lectura. En Diccionario de la lengua española. (Ed. del Tricentenario). Recuperado de http://dle.rae.es/?id=N3aBbsZ
Salta (provincia). Ministerio de Salud (2011) Plan Quinquenal de Salud 2011/2016. Recuperado de http://saladesituacion.salta.gov.ar/docs/planes_estrategicos/plan_quinquenal.pdf
Salta (provincia). Poder Ejecutivo de la Provincia de Salta (2006) Decreto N° 1189 Salud. Regiones operativas de Atención Primaria Norte y Oeste – Sur y Este. Boletín Oficial. Recuperado de http://boletinoficialsalta.gob.ar/NewDetalleDecreto.php?nro_decreto=1189/06
Testa, M. (2005). “Vida. Señas de Identidad”. Salud Colectiva. Volumen (1). Número 1.
Ulivarri, P. (2013). Reflexiones acerca de la formación en el ámbito comunitario. En Con los pies en la tierra. Recursos y herramientas para el trabajo comunitario en el ámbito de la salud (1° ed.). Salta: Editorial Hanne.
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