“RESONANCIAS DESDE LA INCONFORMIDAD, PONIÉNDONOS EN ESTADO". Una apuesta a la construcción de e
- Lic. Claudia Pauloni, Lic. Belén González Romano
- 25 abr 2017
- 13 Min. de lectura

Teniendo en cuenta que los cambios en las políticas públicas impactan en el acceso a derechos así como también en la configuración de subjetividades, y que nos encontramos en un contexto neoliberal que promueve formas de tramitación de los malestares desde lo individual, como espacio de formación- y en coherencia con el posicionamiento de la Psicología Comunitaria- consideramos fundamental aportar elementos para pensar lo colectivo, visibilizar distintas formas de organización y participación como ciudadanxs. Para esto, necesitamos realizar lecturas críticas de la realidad política y social, del modo en el Estado administra y gestiona lo público, problematizar los medios que tienden a la producción de sujetxs aisladxs, deprimidxs, competitivxs; para seguir imaginándonos como parte de procesos de transformación social, siempre con otrxs.
Siendo parte del Estado… el lugar desde donde pensamos la Psicología Comunitaria
Desde hace un tiempo venimos reflexionando sobre los contextos desde los cuales se construyen las teorías sobre lo psico-social y comunitario. Nuestro punto de partida tiene que ver con nuestro lugar como psicólogxs comunitarixs insertxs en equipos de salud en un primer nivel de atención en la ciudad de Salta. Sin duda, la perspectiva que desarrollamos en este artículo está profundamente influenciada por estas experiencias, que nos generan más preguntas que respuestas; y que implican hipótesis orientadas a comprender a modo de sistematización, una praxis que nunca deja de ser re-pensada.
Desde estas particularidades, consideramos necesario teorizar respecto al “ser” y “hacer” como psicólogxs comunitarixs, incorporando también herramientas para actuar en las instituciones desde las cuales intervenimos.
Es indudable que todos los conceptos devienen de una práctica, y visibilizar las prácticas desde las cuales concebimos nuestro-hacer es parte de los propósitos de un espacio-taller-experimentación que tomó el nombre de: Resonancias desde la In/conformidad. Poniéndonos en Estado.
“Ponernos en Estado” fue una trasmutación de la pregunta acerca del Estado: qué es, cómo se visibiliza, de qué manera lo percibimos, cómo nos ubicamos en relación a él. Nos propusimos habilitar un espacio para la reflexión colectiva, que aloje los interrogantes que nos “quedan colgando” en nuestro hacer cotidiano, para transitar juntxs el posicionamiento asumido en función a nuestra pertenencia institucional:
¿qué pensamos de ciertos procesos organizativos y participativos?, ¿Por qué consideramos importante promover modos de participación colectivos para resolver necesidades?, ¿De qué manera incorporamos estas lógicas en nuestras prácticas y en las instituciones a las que pertenecemos?, ¿Cómo nos posicionamos ante contextos que nos atraviesan y afectan desde lo profesional y personal?, ¿De qué manera transitamos por estos espacios, y desde nuestro lugar como trabajadores del Estado?, ¿Cuáles fueron los procesos históricos que configuran el lugar de trabajadores del Estado hoy?, ¿Cómo pensamos al proceso de formación en psicología comunitaria en nuestro tránsito por la Residencia?, ¿Qué aspectos lo motivan?, ¿Cómo gestionamos nuestra continuidad como trabajadores en el sistema de Salud Pública?, ¿Cómo podemos generar desde nuestro lugar y con otros, estrategias para la transformación?
Espacios de Formación implicados...
A partir de estas preguntas, y teniendo como objetivo dar continuidad a un espacio anterior[1], fuimos proponiendo una serie de talleres que denominamos RIPE (“Resonancias desde la In/conformidad. Poniéndonos en Estado”), organizados en torno a algunos ejes: Estado, articulaciones entre lo microsocial y lo macrosocial, modos organizativos y participativos, afectaciones.
Estos espacios vivenciales tuvieron la intencionalidad de:
1- Aportar herramientas creativas para la reflexión crítica desde nuestro lugar como trabajadorxs del Estado.
2- Conocer y visibilizar diferentes formas organizativas a partir de su historización.
3- Aportar elementos para la lectura de la realidad socio- política actual.
De esta manera partimos de la idea de que no sólo construimos nuestra identidad profesional desde la adquisición de herramientas técnicas y teóricas específicas de la Psicología Comunitaria; sino también desde un posicionamiento que trasciende “lo técnico”, “lo proyectado hacia los otros”, y nos pone en procesos de deconstrucción-construcción-deconstrucción espiralados.
Los sujetos participantes de estos talleres somos nosotrxs mismxs, teniendo en cuenta que estamos atravesadxs y constituidxs por las mismas categorías del orden hegemónico- instituido que intentamos transformar en acciones colectivas. Por esto, partimos de registros corporales, biográficos, sensaciones, asumiendo contradicciones como condición para trabajarlas. Desde este “sentir-pensar” necesario de incorporar en procesos de aprendizaje (en contraposición a lo que se habilita desde lógicas académicas tradicionales), se apunta a la visibilización y/o creación de nuevos modos de hacer con otrxs para ir enfrentando aquello que nos genera malestar.
La potencia de otros aportes: teatro del oprimido (TO).
“Actores somos todos, y ciudadano no es aquel que vive en sociedad: es aquel que la transforma”
Augusto Boal.

En coherencia con el posicionamiento sobre los espacios de formación implicados, nos apoyamos en aportes metodológicos y conceptuales del Teatro del Oprimido, partiendo de la desmecanización física e intelectual y a la reapropiación del propio cuerpo como medio de producción artística, ampliando así las posibilidades de expresión. De esta manera, creemos que no sólo es potente para el trabajo con comunidades, sino también -y sobretodo en el espacio RIPE- para problematizar-nos como psicólogxs comunitarixs y actorxs en el pensar-actuar implicados, es decir para la reflexión-acción.
Por lo que además de tomar las contribuciones “técnicas” (en relación a ejercicios y juegos) lo consideramos en tanto método que se propone provocar la acción directa sobre la realidad como finalidad[2].
De esta forma nos propusimos trabajar los propios registros de experiencias y vivencias de situaciones de malestar, para pensar posibilidades de acción y transformación en lo concreto.

En este sentido, algunas de las herramientas como el Teatro Imagen, Teatro Jornal, o el arsenal de técnicas y juegos fueron importantes para abordar este espacio de formación. Por ejemplo trabajamos cuáles fueron los primeros registros del Estado de cada unx y a partir de “la imagen de la palabra[3]”, exploramos las percepciones actuales, permitiéndonos formar familias o grupos de representaciones, teniendo en cuenta imágenes, movimientos, sonidos y palabras. Esto nos permitió seguir trabajando sobre esas representaciones del Estado (algunas familias identificadas fueron “mecánico-controlador”, “tensiones con/tensiones”, “interpelador”,”plurimovimiento”) problematizarlas y pensar las posibilidades de acción/transformación desde cada una de ellas.
Nos auxiliamos también en esta metodología para pensar la interrelación entre lo micro y lo macro (conceptualizado en el TO como “ascese”), y coincidimos en el necesario diálogo dinámico con una realidad en constante movimiento, así como con los aportes de la filosofía, política, la participación y la historia, recuperando luchas y organizaciones enmarcadas en la realidad de nuestra provincia.
Para imaginarnos parte...
“Nuestras clases dominantes, han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes ni mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas”.
Rodolfo Walsh
Para devenir, para crear algo nuevo, necesitamos conocer la historia de aquellxs que fueron parte del Sistema de Salud Pública de Salta, quienes lucharon por un sistema accesible y equitativo, oportuno e integral.
Concretamente invitamos al espacio RIPE a dos profesionales con trayectoria en el sistema de salud de la provincia de Salta y miembros del gremio APSADES (Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Salta) entre los años 1988 y 1998: a la licenciada en psicología Alicia María Torres, y a la médica especialista en cardiología infantil María del Carmen Lapasset. El objetivo principal del intercambio fue conocer experiencias en organización y participación dentro de un sistema sanitario provincial atravesado por contextos y políticas nacionales neoliberales que exigieron la lucha en defensa de derechos de los trabajadores. De esta manera pretendimos visibilizar logros y derechos adquiridos como resultado de acciones colectivas posibles. En relación a esto, retomamos un extracto del libro que ellas escriben sobre la historia del gremio “De la quijotesca historia de un gremio Salteño. Derecho a la salud, deuda de la democracia” (Torres.A, Lapasset. M, Nesrala. C; 2014 p.245):
“El logo de nuestro gremio es emblemático: todos diferentes pero juntos, entendimos la salud como un territorio que requiere una honrada capacidad de lucha . Ello significa no renunciar a pensarla como un derecho para todos, a desengancharla de las limitaciones de lo real. Para movilizar, es muy importante creer en mundos posibles, soñar, desear, querer…”
Apostamos a partir del encuentro con experiencias concretas y cercanas de organización y logros colectivos, a la motivación para imaginarnos como parte de formas posibles de tramitación y transformación de lo que nos molesta y preocupa de la sociedad en general y del sistema de salud en particular.
Más allá de nuestras intenciones en convocarlas, estas personas nos aportaron a pensar y seguir preguntándonos: ¿Cuáles son las diferencias entre comunidad y organización?, ¿Cómo cambian o mejoran las condiciones sociales?, ¿De qué o quiénes depende que cambien?, ¿Qué son las políticas?, ¿Cómo se tramitan?, ¿Cuáles son los pasos para resolver un problema de derechos en las condiciones laborales?, ¿Cuáles son los pasos para resolver problemas en la organización de los servicios, que ponen barreras a los derechos de la gente?, ¿Qué diferencias /beneficios reconocemos entre participación directa y delegación?. De esta manera, nuestras invitadas más que recetas sobre el “cómo” participar y organizarnos para cuidar y luchar por un Estado que sea para todxs, desde sus experiencias y aprendizajes nos permiten fundar nuestros propios caminos en el contexto actual, pensando continuamente sentidos, estrategias y aliadxs.
Además de preguntas hay puntos de encuentro en convicciones compartidas respecto a que las posibilidades de transformar, defender derechos, cuestionar políticas públicas y participar de estas, son mayores cuando articulamos con otrxs. Y es por este motivo que promovemos y acompañamos diversos modos de organización, porque apostamos a una sociedad planeada y elegida por todxs.
Cambia todo cambia...
“Cambia el modo de pensar
Cambia todo en este mundo”
Julio Numhauser Navarro
Comenzamos este espacio con la convicción de que las reflexiones que podemos construir colectivamente sobre el Estado, pueden ayudarnos a vislumbrar posibilidades de acción que nos alejen de la impotencia, que nos permitan recuperar nuestra capacidad de acción como seres reflexivos desde un lugar de implicación.
Desde esta lectura participamos en las “Primeras Jornadas de Residentes de Salud Mental del NOA: Incumbencias de los residentes en los Sistemas Públicos de Salud Mental”, donde pusimos en común nuestras percepciones de transitar por un espacio de formación profesional dentro del Estado.

Una de las intencionalidades de RIPE, es entendernos en un contexto cambiante, dentro de condiciones estructurales que nos afectan en nuestras posibilidades de acción pero sobre las cuales también tenemos (relativa) incidencia.
Haciendo un recuento de los acontecimientos producidos en el contexto provincial que dieron contenido a lo trabajado en los talleres podemos mencionar la siguiente cronología:
En el mes de octubre, con el cambio de Ministro de Salud Pública, se transformó la estructura de funcionamiento del Ministerio de Salud. El nuevo Ministro: Dr. Roque Mascarello es un reconocido médico con formación en APS que desempeñó con anterioridad cargos jerárquicos dentro del Ministerio. En su retorno a Salud Pública, el Ministro se mostró decidido a implementar cambios en la estructura organizativa. Ante un clima de incertidumbre se movilizaron una serie de rumores, que a falta de versiones oficiales, nutrieron los ánimos de lxs trabajadorxs de la Salud. Frente a esto, se hizo necesario realizar un taller que profundizara en los discursos y trayectorias de las personas que al momento asumían las diferentes oficinas en los Programas del Ministerio, como así también de lo que se transmitía en los medios de comunicación.
Finalizando el año, comenzaron a circular rumores que luego fueron confirmados por el Ministro acerca del proyecto de la “Refuncionalización del Primer Nivel de Atención” lo que generó malestar en algunos sectores de Salud. Se trató de una reestructuración de la Dirección General de Primer Nivel de Atención (DGPNA) en función a la constitución de dos Áreas Operativas dependientes de hospitales. Con lo cual, los Centros de Salud que dependían de la DGPNA, pasaron a constituirse en unidades a cargo de hospitales de referencia (con lógicas de trabajo centradas en lo asistencial y cierta desarticulación con el primer nivel de atención). Esto estuvo acompañado por la reorganización de la planta administrativa y profesional que trabajaba desde hace años en dicha Dirección. El traslado de personas, mobiliario y expedientes se llevó a cabo en el transcurso de un mes y medio. Durante ese tiempo, el clima de trabajo tanto en la Dirección como en los centros de salud estuvo signado por la incertidumbre y la superposición de estrategias de trabajo entre lo que ya se venía haciendo y los nuevos lineamientos. Por la época del año (momento de cierre y evaluación de lo trabajado anualmente, presentación de indicadores, etc.) estas medidas incrementaron el clima de tensión en torno al cambio.
Hoy podemos decir que, si bien se trata de un proceso abierto, con cuestiones a seguir definiendo, muchos de los interrogantes que despertaron estas decisiones político-administrativas pueden nuclearse en torno a una gran preocupación colectiva: ¿qué pasaría con la estrategia de atención primaria sostenida por los equipos de salud nucleados en la DGPNA hasta el momento?
Una manera de entender nuestro espacio de formación en este contexto tuvo que ver con recuperar la capacidad de pensar frente a la contingencia. Así, abrimos diferentes líneas de interrogación sobre la situación, las estrategias e intereses de los actores intervinientes, el contexto socio-histórico y las trayectorias institucionales puestas en juego. Dispusimos herramientas de expresión corporal afines a los desarrollos del Teatro del Oprimido para trabajar posicionamientos, posturas, acciones, en definitiva para habilitar reflexiones que nos permitieran esclarecer sentidos, contradicciones y aperturas en torno a este tema. Pensarnos como Residencia dependiente administrativamente de la DGPNA, en un contexto de reestructuración de esa Dirección tuvo implicancias que aún hoy siguen dando motivo para la reflexión y el análisis atento.
A su vez, sostener un espacio de formación en este contexto, implicó entender el aprendizaje como herramienta para trabajar con la realidad, y no como un mero cúmulo de saberes académicos.
Cerca del final del año, surgió la pregunta por “el después de la residencia”, es decir, el interrogante acerca de la continuidad como trabajadores del Estado de los residentes que egresan. Momento intenso y con grandes incertidumbres respecto del futuro (acentuadas por la coyuntura). Cargada de afecto, la pregunta por “el después” quedó resonando en cada unx de nosotrxs.
Pudimos hacer cuerpo estas “Resonancias desde la In/conformidad”, fuimos tramitando colectivamente lo que implica “Ponerse en Estado” cuando el Estado asume estrategias en disputa, con lógicas cambiantes, cuando estamos en tránsito hacia formas aún no totalmente esclarecidas, cuando nuestro lugar en el Estado está atravesado por la incertidumbre. Lo que pudimos capitalizar de este proceso es que sin dudas, es necesario reflexionar sobre las implicancias de ser trabajadorxs del Estado, cuestión que muchas veces es soslayada en nuestro tránsito por las instituciones públicas y que genera que se invisibilicen los atravesamientos estructurales de nuestras prácticas cotidianas. Otra dimensión involucrada es nuestro lugar de responsabilidad como trabajadorxs en la conformación de un Estado que garantice “lo público” como valor social.
Creemos que una formación de calidad, no sólo se trata de “informarnos” sobre contenidos y técnicas disciplinares sino también de abrir pensamiento en torno a lo histórico-social y de construir perspectivas críticas respecto a lo que aún-no-es-tan-claro, ni tan acabado: sobre lo-que-va-siendo.
Aprendizaje inscripto en la historia de un país con avances y retrocesos en la construcción social de “lo público”:
“Me he esforzado toda mi vida por ser una buena ingeniera, me han formado los ferrocarriles argentinos para ser una buena ingeniera en ferrocarriles. Sin embargo,(... ) nunca me ocupé de conocer cómo era el sistema ferroviario, por qué daba pérdidas (…) nunca me ocupé de conocer o participar en las decisiones del sistema que hoy deja sin trenes a la mayoría de los argentinos…” (en Torres Secchi, 2016, p. 69)
Comentarios de Maria Lapasset
* Médica Especialista en Cardiología Infantil- Secretaria Adjunta de la CTA de Salta.
Con mucho gusto hace unos meses acepté participar en el espacio RIPE, sin intención de “vender” recetas sino de encontrar juntos respuestas a tantas preguntas. Estoy convencida que los mayores, los que ya hemos transcurrido gran parte de nuestra vida, tenemos la obligación moral de transmitir nuestras prácticas y aprendizajes para que no ocurra aquello que tan bien describe Walsh “la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan”. Pero para ello es necesario que del otro lado haya oídos, corazones y mentes dispuestas a compartir o mejor aún, cuestionar y discutir esas experiencias para incorporarlas en su propio proceso de aprendizaje. Eso lo encontré con mucho entusiasmo en los integrantes de la residencia de Psicología Comunitaria.
Doblemente meritoria es la preocupación por lo colectivo si tenemos en cuenta el contexto actual de un Estado que está sufriendo una nueva y potente embestida de las políticas neoliberales. El “no te metas” (no participes) y la “salida individual” son elementos sustanciales aunque no explícitos en la propuesta actual del gobierno nacional para el sector salud, que engañosamente llama Cobertura Universal de Salud (CUS). Vale la pena incursionar en esa propuesta para ver que todo cambia pero no tanto: es más de lo mismo que ya vivimos en Salta en la década del 90.
Mis sinceras felicitaciones al equipo de la Residencia de Psicología Comunitaria y ojala podamos seguir caminando juntos tras la Utopía
Maria Lapasset
Salta, abril de 2017
Comentarios de Alicia Torres Secchi
*Licenciada en Psicología- Especialista en Administración Sanitaria y Magister en Políticas Sociales
A los compañeros de la residencia de psicología comunitaria:
Me alegra, me reconcilia con mis colegas y parece fundamental el camino que han iniciado y del que da cuenta el artículo que piden comente. Difícilmente puedan resolver la mayoría de los problemas que impiden el mejor desempeño profesional, sino es saliéndose del mero rol profesional para pensarse como integrantes de las instituciones en las que trabajan y en las cuales sepan o no, quieran o no, son co-responsables de sus decisiones.
Como breve aporte para seguir transitando juntos, algunas pistas para sacudir lo que llamo autoinmunidad de las instituciones, o sea su capacidad de resistirse a los cambios y reproducir sus males.
Poder incidir en contextos de neoliberalismo, requiere salirse de las categorías de la sociedad de mercado como ordenamiento social que se manifiesta como único y natural, y poder abrirse a otras formas y lógicas en las relaciones sociales.
Poder incidir desde una "ciencia occidental amañada con el capitalismo" (del verbo amañarse, juntarse en pareja en quichua) , requiere salirse de conceptos abstractos y abrirse a otros lenguajes que, más allá del corporal, permitan sostener diálogos con otros saberes y formas de habitar el mundo.
Poder incidir en las decisiones del estado, ese espacio de disputas en la que las sociedades delegan la posibilidad de mejorar la de vida de todos, requiere salirse del lugar e intereses de quienes son sus funcionarios o trabajadores. Lo fundamental es posicionarse en el rol de ciudadano para cuestionar relaciones colonialistas y trabajar por condiciones de igualdad esencial para que se exprese la gente que financia el estado y necesita de sus servicios. Por alguna razón todo ocurre como si las instituciones públicas sólo lograran reproducir graves desigualdades en las oportunidades de vida y calidad de vida de todos.
Mgter Alicia Torres Secchi
Anisacate, abril de 2017
Bibliografía
Puga Rayo (2012). Teatro del Oprimido: dispositivo crítico para la Psicología Social Comunitaria. Revista Sociedad & Equidad, 3, 195-210.
Santos, B. (2016) Teatro do oprimido: raízes e asas. Uma teoria da praxis. Río de janeiro: Ibis Libris.
Torres, A, Lapasset, M. Nesrala. C (2014). De la Quijotesca Historia de un gremio salteño. Derecho a la Salud: deuda de la democracia. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CTA Ediciones.
Torres Secchi, A. (2016) Reinvención de lo comunitario. Hacia una ciencia domiciliada en América Latina. Córdoba: El Ágora.
[1] al respecto de dicho espacio, se puede consultar el artículo “Cuerpos en movimiento: cuando la realidad nos sacude, mejor estar preparadxs. Interpelaciones a la Psicología Comunitaria en tiempos de cambios”, en: http://repsicom.wixsite.com/blog-repsicom/single-post/2016/06/21/%E2%80%9CCuerpos-en-movimiento%E2%80%9D-cuando-la-realidad-nos-sacude-mejor-estar-preparadxs-Interpelaciones-a-la-Psicolog%C3%ADa-Comunitaria-en-tiempos-de-cambios
[2] Conceptualizada como “acciones sociales concretas y continuadas” en el Árbol con el que Boal metaforiza y representa el método del Teatro del Oprimido.
[3] técnica del teatro del oprimido, perteneciente a la 3° categoría “activando varios sentidos”, desarrollada en el libro Arco íris do desejo, p. 97.
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