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CONOCIENDO LA RESIDENCIA DE PSICOLOGÍA COMUNITARIA DE SALTA; UNA EXPERIENCIA DE ROTACIÓN.

  • Lic. Florencia Rosso
  • 24 abr 2019
  • 12 Min. de lectura

¿Qué hago y siento hoy, en estos espacios? ¿Con quiénes?

¿Con quiénes hago hoy en estos espacios?

Siento

En estos espacios ¿Hago hoy? ¿Quiénes con?

Siento. Siendo. Sonriendo.

Sintiendo

(Escrito en el primer espacio de filosofía en el que participé)

El siguiente escrito fue realizado durante las últimas semanas de rotación electiva por la Residencia de Psicología Comunitaria, como parte de reflexión de lo vivenciado durante la misma, durante dos meses.


Primeras líneas


Al momento de escribir estas líneas me pregunté cómo empezar, cómo terminar y qué iba a pasar en el medio de todo eso. He podido mencionar a más de unx, en el Espacio de filosofía seguro (y va con mayúsculas a propósito, ¡porque es grandioso!) que en mi recorrido profesional -y me animo a decir que en el de vida fueron pocos los momentos también- no se ha incentivado el uso de la palabra en un sentido creativo, creador, ¡re-creativo! Creo que digo esto porque al momento de escribir y no tener una imposición de lineamientos desde afuera -alguien que te diga “tenés que escribir 20 págs. Sobre tal y tal cosa”- los mismos igual se me imponen, los tengo interiorizados. Qué tremendo, ¿no? Hablemos de sociedades disciplinares y sociedades de control, ¡ja! …¿Cómo desprenderse de ellos? Bueno, esta introducción venía un poco para comentar que lo que hice fue barajar ideas que tenía en mente y de ahí ir viendo qué iba saliendo, cómo se articulaban entre sí. Así que, ahí va…

P.D.: Cuando escribimos, escribimos para algo, pero sobre todo para alguien, y este escrito es para ustedes y para mí, para nosotrxs.


Dícese de…

En el programa de la Residencia Interdisciplinaria de Educación y Promoción de la salud (RIEPS) se plantea como uno de los objetivos: “promover una formación que integre la perspectiva comunitaria e institucional en articulación con la clínica”. En este sentido, la residencia de la que formo parte no realiza clínica o asistencia en su acepción más habitual. Es por ello que consideré que la Residencia de Psicología Comunitaria de Salta era un espacio propicio para profundizar el cumplimiento de dicho objetivo, en el sentido de que el programa formativo implica el abordaje de tanto lo clínico como lo comunitario y lo institucional. Dentro de su “misión” establecen que realizan proyectos comunitarios a partir de la realización de un diagnóstico participativo, con el ingreso de cada residente nuevo en los centros de salud (CS), basándose en las necesidades de los grupos con los que trabajan. Esta modalidad de trabajo me fue presentada por mis referentes de rotación, Claudia y las dos actuales jefas de residentes, Lucía y Ana, además de conocer algunas de sus particularidades mediante intercambios informales con las residentes de primer año, que son quienes están atravesando este proceso de reconocimiento de actores y realización de la lectura de realidad institucional y comunitaria. Por otro lado, también pude dar cuenta de la “objetivación” del diagnóstico institucional, mediante la lectura de los escritos de los actuales residentes de segundo año, que son aquellos a quienes estuve acompañando más cercanamente durante mi rotación. A partir de estos elementos antedichos y algunas actividades como las Interresidencias y los Ateneos de Salud Mental del Primer nivel de atención es que pude ir armando ciertas ideas acerca de cómo es el sistema de salud en Salta y cómo se lleva a cabo la estrategia de Atención Primaria de la Salud (APS) actualmente, sobre todo teniendo en cuenta los cambios que trajo aparejada la refuncionalización, el 80/20 y el contexto actual de crisis económica.



Algo que llamó mi atención y puso en jaque una idea previa que tenía fue que solo realizaran atención individual. Mi idea era que iba a encontrarme con abordajes tanto de este tipo como grupales. Pero esta idea se quiebra cuando pienso en el concepto de clínica ampliada. Con este término se abre otra dimensión y creo que es operativo para pensar a las intervenciones comunitarias de lxs psicólogxs como terapéuticas también. El autor plantea una reformulación del concepto de “cura” que abarque toda lucha o tarea emprendida a fin de alcanzar “la ampliación del coeficiente de autonomía” de las personas (Sousa Campos, 2008: 51). Las intervenciones comunitarias pueden tener efectos a nivel colectivo e institucional pero también a nivel subjetivo.

Se dice de las intervenciones comunitarias que es difícil medir sus efectos o el impacto que tienen, pero ¿quién puede decir que no puedan tener un efecto terapéutico en las personas que participan de ellas? Pienso, para dar un ejemplo, en aquellas que se van sumando a grupos de mujeres y de a poco van deconstruyendo situaciones e historias personales de violencia de género largo tiempo naturalizadas, que pueden reconstruir algo de su historia; se trata de una intervención comunitaria, pero ¿cómo negar que en ella no hay un efecto terapéutico también?


Uno de los objetivos que había escrito para los papeles que debía presentar para poder rotar por aquí era

“Profundizar mi conocimiento teórico sobre la Psicología Comunitaria…”. Mi recorrido previo había estado marcado, en mi formación de grado, por algunas pocas materias, la mayoría optativas, en las que había incursionado en autorxs como Martín Baró, Martiza Montero, Alicia Stolkiner y Graciela Zaldúa, por mencionar algunxs. En este sentido, me interesaba poder leer autorxs que no conociera, re-leer conocidxs desde otras perspectivas, etc. Pero hoy, ya finalizando esta rotación, re-escribo el objetivo que había señalado, en tanto mi expectativa incluso al principio de este camino ya se había modificado en parte. Al haberme presentado el Programa de formación (2017-2020), del interés por el conocimiento teórico pasé a tener como mayor expectativa la construcción colectiva de conocimiento, de ideas, de sentidos. Esto lo vi puesto en acto; como un ida y vuelta entre las diferentes propuestas pedagógicas: los espacios colectivos, el espacio de intervención de lxs residentes de segundo año -ñoqayku- y el espacio de filosofía; vi una interconexión entre ellos.


La construcción del rol


Lo antedicho, el primer objetivo que señalé, se interlaza con otra expectativa, el poder acercarme un poco más al rol de lxs psicólogxs comunitarixs, ya que en mí es una búsqueda constante, la cual vinculo con cómo fue mi formación de grado y las pocas opciones alejadas al psicoanálisis clínico que tuve; y también con el camino que hice como profesional. En la RIEPS, al ser interdisciplinaria y trabajar todxs en los mismos proyectos u actividades, hay algo de lo disciplinar que, en mi opinión, se desdibuja –y ¡qué bueno que así sea por momentos! Qué es la interdisciplina y cuándo la ponemos en juego nos lo preguntamos todo el tiempo.

Algo de la especificidad del rol considero que lo tiene el conocer las comunidades con las que se está trabajando/interviniendo. En este sentido, todo el primer año se hace una lectura del espacio en el cual el/la residente se inserta, los primeros seis meses con foco en lo institucional y luego con foco en la comunidad. La propuesta formativa de la Residencia de psicología comunitaria hace énfasis en la lectura de la realidad comunitaria e institucional. Las actividades en las que pude participar a lo largo de la rotación, en su mayoría, fueron actividades que no me eran ajenas y que puedo identificar como de promoción y prevención de la salud. En este sentido, veo que hay herramientas que se utilizan que exceden lo disciplinar y hablan del campo en que se insertan como psicólogxs comunitarixs, en donde convergen con las prácticas de otras disciplinas: médicxs, trabajadorxs sociales, antropólogxs, etc.


Quizás lo propio del psicólogx tenga que ver con la lectura que realiza, con el posicionamiento particular que toma. En este sentido, frente a las evaluaciones semestrales pude ver cómo mis compañerxs se preguntaban y repreguntaban en torno a los múltiples sentidos que pueden tomar las intervenciones con otrxs en los barrios, las escuelas, los CS y otras instituciones. Estas -como este escrito- no tienen consignas cerradas, permiten que cada unx despliegue la articulación que desee y vaya elaborando a partir de los procesos de intervención comunitaria que viene llevando a cabo, eligiendo uno, dos o todos. Se realiza articulación teórica con diferentes autores tanto de psicología como de otras disciplinas y, lo más propio que veo, lo más maravilloso, es el replantearse todo, y el darse lugar a jugar con los conceptos, convertirse en autorxs, darle vida a nuevas articulaciones conceptuales. Pienso en el uso del concepto deleuziano de rizomas por una compañera, como transforma su sentido para leer sus procesos, sus intervenciones, describiéndolas como circulares, pero en cadena, mutándose y desperdigándose, transformándose en contenido.


Una similitud que encuentro con mi trabajo en el hospital y que vinculo con la Educación para salud es uno

de los sentidos que hay detrás de las intervenciones; ante las falencias del sistema de salud, CS que expulsan, se intentan favorecer procesos de autonomía. Si bien de acuerdo a su etimología, “autos” refiere a “por sí mismos” y “nomos” a “reglas”, no se trata de generar autonomía solo desde las individualidades sino desde lo colectivo; que en el encuentro se facilite el acceso de las personas a los servicios de salud cuando estas lo requieran. Tomo las palabras de Omar Barrault, quien advierte que “existe una cierta autonomía de la subjetividad pero a la vez debemos considerar su constitución en cierto estado de la situación social: no son los mismos procedimientos de subjetivación en una subjetividad estatal que en el modo actual de mercado neoliberal” (2006). Sin embargo señala, como las intervenciones comunitarias abren la posibilidad de “salir” temporariamente de los modos habituales de tramitación de las exigencias de las lógicas imperantes, la posibilidad de jugar en los bordes, como un irse y volver, momentos de suspensión, del carácter impositivo de estas lógicas.


Frente a problemas complejos, frente a una realidad y multiplicidad de actores en el sistema de salud -y fuera de él- interviniendo, dando vueltas, surge la necesidad de hacer red, armar equipo, interconectarse para, entre todxs ensayar respuestas en y con las comunidades. En este sentido en el Encuentro Interredes pude participar de un espacio en que el trabajador social Miguel Ángel Sorbello presentó el mapeo de vínculos personales como herramienta. La misma fue pensada en equipo con dos compañeras, dentro del Equipo interdisciplinario de abordaje en violencia de género de la Red de Zona Norte, para utilizar en los casos que se presentan en la zona. Por otro lado -si bien dicho profesional no consideró pertinente la propuesta cuando se la expresó en su mesa de trabajo -esta herramienta me recordó al mapeo o cartografía social, como representación gráfica de organizaciones y grupos de un territorio concreto y las relaciones que hay entre ellos. La misma permite construir la realidad de un territorio determinado. En este sentido, la comentamos en el equipo mencionado para poder tener una idea más gráfica de cuáles son los actores con los que se cuenta frente a las situaciones de violencia, con quiénes hay una relación más fuerte, con quiénes no, etc.


Del otro lado de intervención está el término comunitario. Sobre el mismo, no he escuchado tantos debates, pero sí algunos comentarios, más desde lo informal, o al pasar, como “esto no es lo comunitario”, “lo comunitario es otra cosa”, y, sobre todo, la intervención de unx de lxs evaluadorxs frente al trabajo de un residente, que me hizo querer apuntar sobre esto. La misma fue el señalamiento de que la escritura que había realizado no era sobre un proceso comunitario, y el por qué de esta elección. Esto surge de la asociación de lo comunitario con el terreno, con los barrios. En este sentido, durante mi primer año en la RIEPS, realicé un trabajo con mi cohorte de articulación teórico-práctica sobre este tema. En el mismo, pudimos observar que existían distintas maneras de conceptualizar el trabajo comunitario, pudiendo sintetizarlas en dos polos: “una que hace hincapié en el trabajo extramuro; y otra, que pone el énfasis en el trabajo con la comunidad, más allá del aspecto espacial en el cual las actividades se desarrollan” (RIEPS, cohorte 2016-2019: 39).


En este sentido, considero que las intervenciones de lxs psicólogxs comunitarixs no necesariamente se hacen en los barrios, sino que se hacen con los barrios, con las comunidades, y pongo énfasis en el plural, en tanto también creo que la comunidad no es una sola, sino que a veces hasta dentro de un mismo barrio se encuentran distintas comunidades, y que “la comunidad” habla de un sentido de pertenencia que es algo a construirse en los espacios en que se circula. Por otro lado, también cabe preguntarse, en tanto profesionales de la salud, ¿somos parte de esa comunidad? Quizás depende de qué intervención estemos hablando; hay algunas actividades en las que la diferencia entre unxs y otrxs se hace más clara, por ejemplo cuando hay mucha diferencia de edad, pero en otras, esa diferencia se hace menos tangible, por la posición que lxs psicólogxs comunitarixs toman; pienso en los grupos de mujeres por ejemplo. Y aquí tomo una noción de Sebastián Bertucelli:

para estar en la cultura popular hay que desarrollar lo que se llama la conciencia sutil: dejar hacer, dejar ocurrir (…) dejar suceder y subirse al movimiento existente, con la sutileza que ésta operación requiere. Es femenino el papel nuestro, ya no es torpe, bruto, macho. Ya no es entrar dar buenas nuevas y salir, concienciar, promover, organizar, formar líderes, capacitar, etc. Como si del lado de “ellos”, del otro lado, no hubiese más que acumulación de problemas sociales. Es una simplificación torpe, es desconocer lo que es una cultura hablando todo el tiempo de ella.


Volviendo a pensar en qué es lo propio de lxs psicólogxs comunitarixs, qué hace a su especificidad, pienso en que hay distintos elementos que hacen al rol, como algunos que ya mencioné, pero que de a momentos se entrecruzan con el quehacer de otrxs profesionales, y esto lo vi puesto en juego en las actividades de esta residencia con, por ejemplo, quienes integran el Plan ENIA. En este sentido, retomo algo traído por una compañera en el Espacio de filosofía: existe lo molar y lo molecular (Deleuze), pero dentro de esto último, se ha descubierto que la partícula más pequeña no es el átomo, sino las relaciones entre los componentes de ese átomo, y que en el centro del átomo, no hay nada, no hay materia, sino solo esas relaciones, es decir que está vacío. Llevándolo a la esencia de la Psicología comunitaria, me lleva a pensar que no hay tal cosa, que la magia está en la relación de los elementos que la componen y que la vinculan con otros campos.


Algunas reflexiones sobre los espacios específicos donde participé


Durante las primeras dos semanas se me propuso realizar una aproximación a distintos espacios de lxs residentes de segundo año, para luego elegir algunos en los cuales participaría en mayor profundidad. Si bien la superposición de algunas actividades fue un factor que influyó en esto, el interés en las temáticas y el sentirme interpelada por áreas no exploradas aún se puso en juego. Como mencioné a mis referentes, mis expectativas en el paso por esta rotación tenían que ver más con cuestiones transversales, los espacios colectivos, etc., de manera que estaba abierta a incluirme en diferentes actividades, si bien sí había leído sobre los espacios de mujeres y, dadas algunas características a nivel epidemiológico de la provincia tenía un interés particular en participar de los mismos.

No pretendo en este escrito hacer un análisis pormenorizado de mi paso por los distintos espacios y las huellas que van dejando en mí, que son muchas, pero sí comentar brevemente algunos hilos conductores que veo en ellos. Los espacios de los que participé son:

-Talleres “Pensando nuestros vínculos”, de prevención de violencia para niñxs, padres y madres en una escuela primaria de Atocha.

-Red Comunitaria de Zona Norte.

-Grupo de mujeres “Mujeres al desafío”, Barrio Divino Niño.

-Talleres de preparación integral para la maternidad, CS 24, San Lorenzo.


El primer hilo conductor que surge, además de los ya explicitados más arriba, es el modo que tenemos de vincularnos. Estos espacios se ofrecen como alternativas para pensarse y pensarnos; algunos más desde el cuerpo, otros más desde la palabra. Me apoyo nuevamente en un escrito de Omar A. Barrault en el que establece, justamente, que en Psicología comunitaria además de trabajar con procesos comunitarios se trabaja en la construcción de espacios de encuentro, “espacios de existencia, (…) de modos de mutualidad, tramitación de conflictos, aprendizaje, complejización e historización de la relación, de transformación y sostenimiento múltiple de la subjetividad, desde una perspectiva transformadora-emancipadora” (2006). Como ejemplo, en los talleres organizados por el CS 26 a través de juegos y construcción de historias con niñxs de sexto y séptimo grado de una escuela primaria se ha podido reflexionar en torno a cómo son las relaciones entre ellxs, surgiendo mucha reflexión en torno a la falta de espacios para poder hablar de lo que les pasa, el no escucharse entre ellxs, las autolesiones, etc., realizando de esta manera prevención inespecífica de violencia. Del mismo modo pienso a los talleres de preparación integral para la maternidad del CS 24, en ellxs se encuentran mujeres que no se conocían, y en ese encontrarse se puede construir una relación y una pertenencia que puede ir más allá de estos talleres, como un espacio común construido, generando redes de apoyo nuevas.


Por otro lado, los otros dos ejes que pude observar en todos estos espacios, a veces de manera más explícita y otras menos, pero siempre presentes, fueron la perspectiva de derechos y la de género.

En cuanto a género, se entrelaza con todas las otras dimensiones mencionadas. Desde que llegué que las situaciones de violencia fueron algo que impactaron en mí y que veo y siento que impactan mucho en ustedes también. Y ante esto me encuentro con una muralla, mis sensaciones son múltiples pero al momento de escribir no encuentro las palabras para hacerlo. En fin…lo que quisiera decir es que en todas las actividades que participé encuentro la perspectiva de género puesta en juego, en el sentido de prevenir vínculos violentos y propiciar la promoción de vínculos que se alejen de lo que socialmente se establece como corriente para hombres y mujeres.


Con respecto al otro eje, podría mencionar innumerables derechos y leyes, solo menciono algunas experiencias que quedaron resonando: la primera semana que estuve, se habló de derecho a interrupción legal del embarazo a pibes y pibas promotores de salud de distintas escuelas, garantizando que esté la información desde salud, en tanto desde educación no se garantiza la educación sexual integral en muchos casos; en los talleres de preparación integral para la maternidad se mencionó la importancia de llamarnos por nuestros nombres y no “mamita” o “mami”, y pienso entonces en el derecho a la identidad; en el grupo de mujeres, de que decidir cuántos hijos tener y cuándo también es un derecho y una decisión de cada una; y en los talleres para niñxs, sin decirlo, pero poniéndolo en acto, que ellxs tienen derecho a ser escuchadxs y su opinión tenida en cuenta.

Y bueno, podría seguir así, interconectando pensares y sentires, pero pongo una pausa acá, a la escritura, nomas, dejo al resto discurrir por mi mente y conversarlo también con este grupo bello que me tocó conocer.




Referencias


Sousa Campos, G. Gestión en Salud: En defensa de la vida. Región y Sociedad, año 2008 / vol XX. Número Especial. El Colegio de Sonora, México, 2008.

Barrault, Omar A. Los espacios de encuentros en la Psicología Comunitaria. Presentado en el Foro de Trabajo Comunitario, 3 y 4 de Noviembre de 2006, Facultad de Psicología, Argentina, 2006.


Residencia Interdisciplinaria de Educación y Promoción de la Salud (RIEPS), Cohorte 2016-2019, Trabajo Comunitario: una aproximación desde la experiencia a las complejidades del campo, 2017.


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