Un pensar más allá de la pandemia: Aportes al quehacer en un Primer Nivel de Atención desde la Psico
- Laura D’Innocenzo y Lucía María Veliz Ponce
- 2 jun 2020
- 4 Min. de lectura

Cuando nos propusimos realizar este escrito nos encontramos con algunas dificultades. Sistematizar una práctica que está sucediendo en proceso resulta complejo. A su vez teniendo en cuenta que se está reinventando actualmente y desde el comienzo, siendo un desafío novedoso para nuestro rol. Pensarlo frente una situación de emergencia, cuando solemos trabajar en prevención y promoción de la salud, tampoco es fácil, sin embargo potencia la flexibilidad y plasticidad en la tarea (lo cual consideramos como características del mismo). Tenemos en cuenta al realizar este escrito que no resulta un escrito acabado, y que nuestras intervenciones se van modificando y adaptando en función de cómo se va transformando la situación general[1].
En un principio nos encontramos con una sensación de caos e incertidumbre. Pensar el que-hacer resultaba algo muy dificultoso. De a poco y a medida que fueron pasando los días pudimos encontrar respuestas y diferentes salidas a las situaciones que se presentaban.
Lo primero que notamos en el trabajo en Primer Nivel de Atención fue cómo se desdibujan los roles y las especificidades de cada disciplina, de repente “todxs hacemos todo”. Esta nueva forma de trabajo donde vamos reconociendo grupalmente las necesidades que aparecen nos permite en principio conocer las prácticas de lxs demás. Ya no está cada quien en su consultorio, resurge con más fuerza la idea de entendernos como equipo de un Primer Nivel de Atención. A su vez las nuevas tareas que se asignaron a los equipos de Primer Nivel frente a la emergencia, como la campaña de vacunación, la realización de triagge, etc., generaron nuevas dinámicas de trabajo y nuevas alianzas. Nos encontramos con la posibilidad de salir cotidianamente con personal del equipo que quizás antes veíamos en contadas ocasiones, y esta nueva convivencia de todos los días fortalece lazos y relaciones.
A su vez observamos que surge y se amplía la comunicación virtual. Los grupos de whatsapp que antes quizás apenas se usaban se convirtieron en canales de comunicación oficial de información que se va actualizando día a día, como ser las definiciones de casos o los protocolos de acción frente a casos sospechosos. También frente a la dificultad de los encuentros físicos con pacientes y personas de la comunidad, se agilizan o crean nuevas herramientas para mantenerse comunicadxs e informadxs. Armamos un facebook del centro de salud que se mantiene actualizado con la información, asignamos un celular específico del Centro de Salud para incorporar la consulta vía whatsapp además de la línea telefónica.
Por otro lado, nos parece prioritario continuar trabajando con los factores psicosociales[2]. Frente a la oportunidad del recorrido en terreno que ofrece la campaña de vacunación en la comunidad, se nos posibilita el intercambio con lxs vecinxs, lo cual nos permite disponer la escucha si observamos situaciones angustiantes o que requieran de algún tipo de intervención frente a estas crisis, teniendo en cuenta que los servicios que no resultan de carácter urgente (como los servicios de salud mental o el control de la salud en su forma integral) fueron restringidos en este contexto de contingencia sanitaria y por ende se dificulta la detección de algunas situaciones que podían ubicarse en estas consultas[3].
Entendemos que las problemáticas psicosociales no sólo siguen ocurriendo sino que en esta situación pueden llegar a intensificarse. Seguir acompañando los procesos de alguna manera resulta un desafío prioritario en nuestro que-hacer como psicólogxs comunitarixs.

Una de las estrategias que encontramos para la aproximación a la comunidad, tienen que ver con aprovechar las situaciones sociales que habilitan el encontrarnos con personas, como en la salida a vacunar, la aproximación de lxs vecinxs a diversas instituciones que no pueden detener su funcionamiento (como el comedor comunitario) Intentando desde allí abrir canales de comunicación.
En estos encuentros retomamos algunas preguntas para habilitar el diálogo y el intercambio, e intentando realizar con las mismas alguna lectura de las situaciones que se están vivenciando. Estas preguntas son tales como “¿Cómo están atravesando la cuarentena? ¿Cuáles son los sentires y vivencias del aislamiento en el grupo de convivencia? ¿estás percibiendo algún ingreso económico en este contexto? ¿cómo se está dando la convivencia en el hogar? ¿has recibido la ayuda de algún organismo por parte del Estado, organismo barrial o algún vecinx?”
Consideramos necesario posibilitar con estas preguntas construcciones de demanda en relación a los factores psicosociales y brindar la información sobre los servicios de salud mental, judicial, social y etcétera que están funcionando para quienes lo requieran, a modo de actuar como conectores facilitando la información entre lxs vecinxs y las instituciones.
A su vez, nos resulta interesante a partir de estos intercambios, conocer los vínculos entre lxs vecinxs de la comunidad, quienes generan movimientos autogestivos para cubrir las necesidades en el marco de una pandemia. Lxs vecinxs con quienes hablamos resultan una referencia ineludible en términos de conexión con la comunidad, porque nos permiten conocer la realidad que están transitando lxs vecinxs que se encuentran cumpliendo con el aislamiento social.
Nuestro desafío como psicólogxs comunitarixs en este contexto estaría orientado a ubicar y acompañar la tramitación de las problemáticas que emergen mediante posibles vericuetos que vamos construyendo en interrelación con el equipo de salud y otrxs actores sociales de la comunidad. Incorporar y hacer visible la salud mental en un sistema donde a veces se encuentra relegada frente a otras emergencias (en este caso priorizando la emergencia por el covid-19) implica un pensar más allá de la pandemia y mantener la percepción despierta respecto a otras problemáticas que pueden aparecer ya que resulta de vital importancia en estos momentos donde todo está velado por la contingencia sanitaria.
Notas:
[1] Texto producido en el marco de la Capacitación Online: “INTERVENCIONES Y APORTES DESDE LA SALUD MENTAL EN ÉPOCAS DE PANDEMIA” por residentes de primer año de la Residencia de Psicología Comunitaria.
[2] Nos referenciamos por los Factores Psicosociales definidos por el Programa de APS de la provincia y por la estrategia con la que trabaja el equipo de agentes sanitarios de APS ,como los intentos de suicidio, violencia intrafamiliar y violencia de género, consumo problemático de sustancias.
[3] Este escrito se realiza a mediados del mes de abril 2020, a un mes de declarada la emergencia sociosanitaria por COVID19. Las medidas que se nombran corresponden a ese momento de la emergencia.
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